El personaje de Mónica siempre me ha atraído, por lo juzgada que fue, veo a Mónica como una representación de la “bruja” contemporánea, y este proyecto nace de una empatía que siento hacia ella, dentro de estas relaciones en la que la desigualdad de poder es tan grande resulta, cuanto menos, complicado no satisfacer a una figura de practicamente semidiós que representaba Bill Clinton en los 90.

La forma en que la prensa y los medios gestionaron el tema y como ella fue humillada y culpada públicamente por su vivir su sexualidad me parece suficientemente relevante como para mostrar una relectura de dicho acontecimiento.

Partiendo de estos sucesos y adaptándolos a mi forma mi forma de trabajar, el proyecto ESA MUJER consiste en una colección de juegos de azar, juegos de suerte o ensayo-error. Piezas que ponen de relevancia el hecho de que estar en el momento justo y en el lugar indicado fue lo que determinó que “esa mujer” fuera Mónica Lewinsky y no otra persona cualquiera.

Estas obras son juegos inservibles e inútiles a los que no se puede jugar, son juegos a los que se les ha arrebatado su función de entretener al cambiar la naturaleza del material con el que están construidos, cuatro piezas cerámicas en tonos rosados que hacen referencia a la idea de juego, a esta etapa inocente de nuestras vidas, con una clara referencia a la sexualidad o a la carnalidad y lo que conlleva en ciertos territorios. El acierto, el error, la puntería... Y la fragilidad cerámica. Son 4 ejercicios infructuosos y estáticos.

En mi obra la cerámica siempre es cuerpo. Frágil a la vez que dura constituye una dicotomía que me interesa. El barro ha tenido este vínculo con el cuerpo humano ya desde las leyendas del dios creador. Los colores rosados y las formas orgánicas hacen que la referencia sea mucho más clara.

Las impresiones digitales que se exponen aportan un vínculo más directo con la historia de Mónica. Son una serie de retratos, una colección de los rostros protagonistas de esta historia enmascarados con una base de maquillaje, elemento muy relacionado con la feminidad entendida dentro de este contexto social. Así se crea una especia de situación de curiosidad sobre los rostros expuestos y quizás un afán de búsqueda posterior. 

Las dos palabras que dan nombre a la muestra son la forma en la que el expresidente se refirió a Mónica durante todo este proceso judicial, “Esa Mujer”.

Esta investigación ha concuido en una breve publicación titulada ESA MUJER. De Mónica L. al porno de venganza cuyo esquema conceptual e índice se muestran en las imágenes posteriores.













Vista de las obras en Sala Amadís, exposición Ayudas Injuve para la creación joven 2017, 2019
Fotos: La proyectora de ideas