46 Registros de espacios inertes, 2020
Escultura cerámica, 46 piezas de 10x10x10 cm



En el texto literario La poética del espacio, Bachelard realiza un estudio fenomenológico, es decir, un estudio de los fenómenos lanzados a la conciencia, de la casa como tal analizada a partir de un punto de vista psicológico.
Esta idea es evidente en la cita textual: “...con la imagen de la casa tenemos un verdadero principio de integración psicológica. Examinada desde los horizontes teóricos mas diversos, pareciera que la imagen de la casa fuese la topografía de nuestro ser intimo”. Me interesa partir de este libro por su visión de la casa tanto como protectora, acogedora... como espacio oscuro, en tinieblas. Situaciones tan contrarias, pero a su vez, complementarias la una con la otra. Lo unheimlich dentro de lo agradable de lo que después hablo Bourgeois con muchas de sus obras. Dentro de la estructura de la casa, en este trabajo me valgo de la idea de esquina como lugar donde no sucede nada, espacios de mínimo contacto que actuarían como refugio total, poniendo en relieve de alguna forma, las distintas capas de intimidad y protección dentro del hogar, que funciona como lugar de cobijo en el que hay una habitación propia, y dentro de esta un armario propio el cual tiene un cajón con o sin cerradura.

“Físicamente el ser que recibe la sensación del refugio se estrecha contra sí mismo, se retira, se acurruca, se oculta, se esconde. Buscando en las riquezas del vocabulario todos los verbos que traducirían todas las dinámicas del retiro, se encontrarían imágenes del movimiento animal, de los movimientos de repliegue que están inscritos en los músculos (...) en una dicha física al ser le gusta “retirarse en su rincón”. A partir de estas ideas, también de Bachelard, utilizando la cerámica como cuerpo tanto por su organicidad como por el color en el que la trabajo, realizo esta serie de registros que se repite en dos series, la primera dentro de mi casa materna y la segunda en el piso de alquiler que habito. Se parte de esquinas reales, presionando el barro contra estas para que adquirieran la forma y se adapten a dichos espacios de refugio. El hecho de exponerlas luego aisladas, sobre peanas sin ningún sistema de protección es mostrar el cuerpo adaptado a su entorno, fuera de su contexto, frágil, desnudo.  De algún modo la cerámica, tan dura como delicada, pone en relieve estos dos adjetivos que definen al individuo.